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¿Qué pasa cuando una marca se vuelve parte de tu rutina?

Escrito en colaboración con la IA.



Algunas marcas no necesitan recordarte constantemente que las tienes. Están ahí, cada mañana, cada noche, cada vez que abres tu celular. Estas marcas se han integrado tanto en tu vida que dejaron de ser opción y se volvieron rutina.


Ese es uno de los objetivos más valiosos e importantes del marketing emocional: el poder entrar e integrarse en los hábitos y rutinas del consumidor sin hacerlo de manera forzada, sino como parte natural de su rutina diaria.


Meditar en la rutina

Spotify: Tu estado de ánimo, tu playlist


Spotify no solo te da música, si no que te sugiere playlists según tus momentos del día y tus gustos. El algoritmo personalizado se vuelve una extensión emocional que siempre buscará sugerirte más cosas a tu gusto, creadas para ti.


Starbucks Rewards (App)


No es solo una app para pagar café, se ha vuelto una rutina personalizada con recompensas, mensajes, tu nombre, tus productos favoritos y la facilidad de pagar con ella. Starbucks no necesita recordarte que está ahí con campañas, porque ya está en tu rutina. El hábito se vuelve la experiencia de usuario y la personalización.


Headspace


La app de meditación se integra en la rutina diaria de millones. Con notificaciones, meditaciones rápidas y adaptables para que siempre se acomoden a tu estilo de vida y tu ritmo. La app logra cuidarte sin imponerse y que lo conviertas en un hábito saludable.


conexiones cotidianas

Cuando una marca logra formar parte de tu rutina, deja de competir por tu atención y comienza a convivir contigo y a facilitarte tus hábitos diarios. La marca no se impone, sino que se integra contigo.


Marcas como Spotify o Starbucks ya no necesitan campañas constantes para recordarte que existen. Han logrado tener su lugar en tu estilo de vida. Eso es lo que muchas marcas buscan hoy, dejar de ser una elección y convertirse en una extensión natural del día a día.


Ahí está el verdadero poder del marketing de experiencia, el poder de adaptarse a los consumidores, ser útil, cotidiano y emocionalmente relevante.

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